¡Cuidado con las dietas bajas en calorías!

Las calorías, cuando se acumulan de manera indiscriminada se convierten en grasa que de a pocos se va adhiriendo a ciertas partes de nuestro cuerpo, es por eso que muchas personas han decidido llevar un régimen alimenticio bajo en calorías. Este tipo de dietas consiste en aportar menos calorías al día que las que nuestro cuerpo quema, de tal forma que el organismo emplea las calorías que mantenemos almacenadas y utiliza las reservas de grasa para poder llevar a cabo sus funciones. ¿Son efectivas?, la gente pierde peso, aunque es preciso advertir que esa pérdida se da de forma más lenta comparada con otras formas de choque; no obstante también acarrean algunas consecuencias que es preciso conocer.


Image by Alejandro Molina B
 
¿Cuál es el número indicado de calorías que debemos ingerir diariamente? Eso depende de cada caso; si eres un hombre entre los 1,70 y los 1,80 centímetros de estatura y pesas entre 80 y 90 kilos necesitas ingerir entre 2.000 y 2.500 calorías por día. Si eres una mujer que mide entre 1,55 y 1,65 y tu peso oscila entre los 55 y 65 kilos lo recomendable es que consumas máximo unas 2.000 calorías por día. ¿Qué pasa cuando estamos por debajo del promedio que a cada cual le corresponde? Que vas a perder peso no cabe duda, lo importante es que sepas que otras cosas puedes perder, aparte de kilos.

 
Si eres alguien excesivamente obeso una dieta hipocalórica podría funcionar, ten en cuenta que en caso de aplicar a esta alternativa tendrás que ser supervisado por un experto; será él el que regule el número diario de calorías que ingresarán a tu organismo diariamente. El sitio http://www.infosalus.com/ asegura que combinando este tipo de dietas con distintos programas de entrenamiento se puede llegar a reducir los índices de masa grasa. Investigaciones recientes han podido determinar que una dieta hipocalórica, alta en proteínas y baja en grasa resultaba menos efectiva que una dieta baja en grasas y con proteínas estándar, agrega el sitio web.


Hay dietas hipocalóricas que limitan el consumo de calorías a 500 en un solo día. Este tipo de restricción, (que puede estar entre las 500 y las 800 calorías) se recomienda a personas que presentan un índice de masa corporal (IMC) superior a 30. La variedad de alimentos depende de cada persona ya que se permite casi cualquier ingrediente en el menú, siempre y cuando no se supere el tope de calorías al final del día. La clave está en consumir alimentos que sean nutritivamente densos y poco calóricos; la idea es intentar cocinarlos con técnicas que no incluyan más calorías al final del proceso.

 
Los riesgos

Estas dietas no son para todo el mundo; desde problemas digestivos, problemas cardiovasculares hasta la pérdida de cabello y uñas débiles pueden quedar como resultado de la baja ingesta de calorías. Cuando los carbohidratos salen de nuestro panorama alimenticio estamos dejando de ingerir los nutrientes que nos aportan la energía que necesitamos para llevar a cabo nuestras actividades. Debilidad, mareos, fatiga y falta de concentración serán las constantes en nuestro quehacer diario, sin mencionar que una persona que solo ingiera 500 calorías por día podría adoptar hábitos de bulimia o anorexia.


Con una dieta hipocalórica nos vamos a sentir menos saciados si no sabemos elegir bien los ingredientes que integrarán nuestros platos. Nuestro metabolismo se va a hacer mucho más lento. También corremos el riesgo de desarrollar cetosis, una condición que se presenta cuando el cuerpo emplea la grasa como fuente de energía; perdemos peso, es verdad, pero también quedamos expuestos a desarrollar cálculos renales, gota  estreñimiento y mareos. La cetosis  por lo general se detecta mediante un análisis de orina.


Las mujeres embarazadas o en estado de lactancia, los pacientes con problemas renales, las personas con problemas estomacales o intestinales, adultos mayores de 50 años, personas con la presión arterial baja, personas con anemia y menores de 18 años no deberían aplicar a este tipo de dietas.


 
El aspecto positivo

Por otra parte, es justo señalar que una dieta hipocalórica favorece la pérdida de peso y su posterior mantenimiento sin que haya presencia del tan temido efecto rebote. Esta dieta equilibra todos los grupos de alimentos, incluso llega a ser conveniente para personas que además de obesidad padecen hipertensión arterial, riesgos de enfermedad cardiovascular, apnea del sueño, diabetes y problemas vertebrales, entre otros.

Una dieta hipocalórica moderada incluye yogurt o leche descremada, fruta y un poco de pan al desayuno. Para el almuerzo un poco de caldo, ensalada y carne irían bien. Nuevamente yogurt o queso a las medias nueves y a la cena verduras con pescado o pollo.